Manifiesto


A pesar de que nuestros alumn@s puedan leer, es probable que prefieran sentarse frente al televisor en lugar de acurrucarse con un buen libro. Esto preocupa porque leer es una destreza que el niño está desarrollando y requiere de mucha práctica.

Como actividad a realizar en el hogar, la lectura tiene competencias fuertes con muchas cosas. ¿Qué puede hacer para que la lectura adquiera un lugar de mayor importancia entre las actividades que compiten por el tiempo y la energía de su alumn@ o de su hij@?

Eliminar lo negativo:

Expresar su preocupación por el hecho que el niñ@ no esté practicando su lectura puede ser un arma de doble filo. No solo tiene que recalcar la necesidad de la lectura, sino tiene que hacer de esta una necesidad atractiva.

No lo presione con: "Tu nunca lees" suena igual a cuando dice "Nunca limpias tu cuarto". Trate de no colocar a la lectura en la lista de obligaciones que el niño desea terminar lo antes posible.

No use la lectura como un último recurso cuando el niño dice que se aburre y no tiene nada que hacer. Decirle con exasperación "¿Por qué no lees un libro?" no es aliciente.

No sea tan exigente acerca de lo que el niño lee. Lo que necesita es práctica para adquirir soltura. (Además, por lo general, los gustos cambian con la experiencia).

Acentuar lo positivo:

Sin que se de cuenta, preste atención a cuánto está leyendo el niño. Podría ser más de lo que usted sospecha, aunque poco podría ser efectivamente en libros: la programación de la televisión, chistes, whatssap, resultados de encuentros deportivos, instrucciones de algún juego.

Use el interés que refleja este tipo de lectura para proporcionarle materiales adicionales que el niño bien podría leer. Podría buscar revistas sobre coches, actores y actrices, deportes. También podría hacer notar anuncios que ofrecen catálogos gratis.

Si ha dejado de leer a su hij@ o alumn@ en voz alta, reanude la práctica. Elija aquellos libros que él podrá volver a leer por su propia cuenta. Haga que los libros sean un punto de afinidad entre usted y su alumn@ o hij@, al intercambiar confidencias sobre los libros que los dos han leído.

Sea un modelo en cuanto a la lectura (sin insistir, en forma sutil), transmitiendo la idea que la lectura no solo es necesaria sino también placentera; vaya regularmente a la biblioteca, haga comentarios sobre noticias que ha leído, utilice libros de referencia para resolver interrogantes. Trate el hecho de leer un libro como la cosa más normal del mundo que se hace con frecuencia, no como una tarea ni el premio después de haber hecho una tarea.
Aquí os dejo algunos consejos para intentar leer más y dar ese ejemplo que tanto se necesita:

1) Hablar menos.

2)  Llevar siempre un libro consigo.

3) Tener un libro junto a la cabecera de la cama y si aparece el insomnio leer un poco.

4) Despertarse 15 min antes todas las mañanas y leer algo o bien, acostarse 15 min más tarde todas las noches y leer en ese tiempo.

5) Tener un libro a mano en la cocina, en la sala de estar o en el dormitorio.

6) Llevar un libro en el bolso o mochila, por si nos toca esperar a la gente que no es puntual o al transporte urbano.

7) Tener un libro a mano para leer en el bus o en el cercanías.

8) Llevar un libro cuando vamos al médico o al dentista, así la espera será más corta.

9) Nunca salgas de viaje sin llevar un libro.

10) Ten muy presente que un libro en la mano vale más que dos en la librería.














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